lunes, 21 de julio de 2008

Comedor de pescado en Diamante

A unos cuarenta kilometros de Paraná, en dirección al sur está la ciudad de Diamante, que no sólo es la cuna del motoencuentro mas grande de todo latinoamérica y de la jineteada mas atractiva de la región, sino que también posee el único cristo pescador con cara de coreano de toda la costa del Paraná y un excelentisimo comedor de pescados casi entre las patas del Jesús de porland. Para ser más precisos el comedor está debajo de Punta Gorda, paraje historico de la República de Entre Ríos.

Allí donde las barrancas amagan con irse al fondo y donde los baches se amoldan a las ruedas de los autos, a pocos metro del río y del centro diamantino se encuentra uno de los mejores comedores de pescado de la costa del paraná. Sin más, el otro día fui a comer una rica boga y cuanto levanto la mirada, no podía con mi sorpresa.
Grande fue mi asombro cuando veo que el mozo que atendía el comedor era el mismisimo, el grande, el magnanimo... Sergio Denis.
Así que si un día de estos pasan por ahí, entren y pidan algún Patí, matizado por la melodía de un "quiero amarte y estar un poco loco/ quiero entregarte mucho de a poco...".

miércoles, 2 de julio de 2008

El origen de las frases



Hace unos días, acomodando algunos libros viejos, encontré papeles esclarecedores sobre ciertos datos de nuestra historia provincial. Son documentos inéditos de viejos estudios, que seguramente compré en la librería de usados del viejo Sultanino, en Paraná.

Pero vayamos a lo importante, a la historia que nos convoca: esta investigación a la que hago referencia, indica que muchas frases de uso popular tienen un fuerte vínculo con Entre Ríos.
Veamos un ejemplo: quién no ha utilizado la frase “poniendo estaba la gansa”. Tal vez muchos ignoran que esa frase surgió por un hecho ocurrido en Entre Ríos.

Allá por mediados del siglo XIX, en la zona de San José existía un poderoso hacendado, enemigo acérrimo de Urquiza, apellidado Rodríguez Álzaga, pero conocido popularmente como “La Gansa”.

En su enemistad con don Justo José, la Gansa pretendió conformar una fuerza política cosechando la simpatía de los peones de sus estancias y las de la zona. Para ello, se dirigía todas las noches a la pulpería de la zona e invitaba tragos para todos. A pesar de que su proyecto político quedó trunco inmediatamente, la costumbre en la pulpería permaneció y al final de cada noche, alguien gritaba “poniendo estaba la gansa”, haciendo entender que era el pobre Rodríguez Álzaga el que debía cargar con la cuenta de todos.

El siglo XIX quedó atrás, pero hoy, cada vez que hay que dividir gastos, cualquiera de nosotros dice “poniendo estaba la gansa”, ignorando que esa es una verdadera frase entrerriana.
Tal vez en la próxima, siga contando frases que se originaron en las onduladas tierras de nuestra patria chica. Tal vez...