martes, 25 de octubre de 2011

Apodos... o sobrenombres, como le decimos nosotros

Cola Fina
En la familia del vago, desde el mas viejo hasta el mas joven tenía sobrenombre. Con una particular característica; una característica tan peculiar y a la vez tan común en las familias entrerrianas según verán en los próximos relatos, que casi no llama la atención allí mismo del lugar de donde vengo. Esta característica es que absolutamente todos en la familia eran llamados sin miramientos, sin rencores y sin demasiadas vueltas: "Burro". El padre de la familia, obviamente era el Burro viejo. Y de allí en mas sucesivamente los demás hijos se fueron llamando Burro. Pero como la maldición de los colorados en familia de colorados, los cuales se pierden en el pelirrojo árbol genealógico, los burros comenzaron a notar su total incapacidad de ser identificados. Y esto fue especialmente advertido por los compañeros de la fábrica, en la que trabajaba el hijo menor, los cuales no tuvieron mas remedio que mutar levemente el sobrenombre ancestral para llamar al último de alguna manera que lo permita identificar fácilmente, aunque no siempre estos sobrenombres respeten la efímera lógica comercial que llevaría a pensar en un apodo corto y rápido, que se pronuncie con un chasquido de lengua. No, no fue así. Sábida es la saña que ponen los muchachos del pueblo para renombrar al portador del futuro sobrenombre. Y fue así, que casí sin mas remedio y opciones, luego de recorrer la amplia familia burrera, optaron por ubicarse al final del animal citado... precisamente en la cola del burro se fueron a situar para nombrar al hijo menor. En la Cola fina del burro encontraron la justificación. Y así quedó. Cola fina ha de llamarse el muchacho, por herencia burrera y final.

Cara ´e lluvia
Los Diaz no son lo que se dice una familia precisamente de tipos lindos, pero el último de ellos era singularmente feo. Al igual que los Diaz de Carrera, estos Diaz tenían una troupe de personalidades, no eran simplemente Diaz, eran más que una semana completa. Y por la faz de su atractivo físico, algunos dirían que los Diaz eran una semana de Agosto, esas semanas de llovizna, frío y siestas grises. Pero el último de ellos sería quien rompería con la tradición familiar, por su belleza tan peculiar, o más bien por su falta total de belleza. Sin duda, el último era el mas feo de los Diaz y como el más feo de los Diaz es el día de lluvia, la muchachada no tuvo mas alternativas, que apodarlo al fiero, Cara ´e lluvia, el más feo de los Diaz.

Puente
Con Don Puente vine a dar mas bien por la hija que por sus propias hazañas arquitectónicas, por decirlo de alguna manera.
Para aquellos que no saben, existe una vieja canción muy querida y silbada por nuestros padres, llamada Puente Pexoa y como ya deben intuir la hija de Don Puente, claramente era de apellido Pesoa... no hacen falta mas explicaciones respecto del origen del sobrenombre del padre.

Disfruten uds este chamamé correntinito... Puente Pexoa