(Nota de Infobae)
Una investigación determinó cuánto se consumió de la típica infusión argentina durante 2006 en la Argentina. También se precisaron los litros que se tomaron de café.
Leyenda de una tradición
Parques, plazas, una fila, el trabajo, una reunión con amigos, cualquier lugar y momento son buenos para compartir un mate. Se trata de una bebida milenaria que ya era preparada por los aborígenes y que hoy en día acapara el 62 por ciento del volumen total de infusiones consumidas al año en Argentina.Con un nivel de penetración en los hogares del 98,1 por ciento, la yerba mate sigue a la cabeza en el gusto de los argentinos, seguida por el café, el té y por último el cacao en polvo, según un informe de la consultora LatinPanel Argentina.
En 2006, los habitantes del país bebieron 1.688 millones de litros de mate, que normalmente se comparte y rara vez se toma en soledad, a cuya compra destinaron el 56 por ciento de su presupuesto para infusiones.El consumo de café, en sus versiones instantáneo y molido, representó el 17 por ciento del volumen total de infusiones, con 475 millones de litros bebidos por año, seguido por el té, que concentró el 16 por ciento y representó 445 millones de litros, y el cacao, con 122 millones de litros y una penetración del 4 por ciento.
La infusión de yerba mate, nombre que proviene del quechua "mati", que significa calabaza, ya era consumida por los aborígenes del nordeste argentino, el sur de Paraguay, Brasil y Uruguay.Su difusión a Chile y Bolivia llegó en el siglo XVII durante la colonización española, con los religiosos jesuitas, que obtenían la mayor parte de sus ingresos para mantener sus misiones en Latinoamérica de la explotación de las plantaciones del arbusto de yerba mate, que los aborígenes llamaban caá.
En la actualidad, esta bebida amarga, que se extrae de hojas secadas, cortadas y molidas y que puede tomarse tanto fría como caliente, se une al tango, el fútbol, los gauchos, los asados y las empanadas para definir el carácter y la tradición de Argentina.Según el informe de LatinPanel, elaborado con información proveniente de 3.000 hogares argentinos, el mate cobra especial importancia entre las clases populares, donde representa el 69 por ciento del total de las infusiones consumidas. Por su parte, entre las clases altas, la yerba sólo ocupa el 47 por ciento del volumen.
El interior del país se encuentra a la cabeza en cuanto a consumo, con un nivel de penetración en los hogares del 98,8 por ciento, un 58 por ciento del total destinado a la compra de infusiones y un 63 por ciento del total de bebidas consumidas.Por su parte, en Buenos Aires y su populoso conurbano, en el 96,8 por ciento de los hogares se consume mate, que representa el 59 por ciento del volumen total de infusiones y el 51,2 por ciento del gasto.La "mateada" implica toda una ceremonia que tiene un lenguaje característico y que muestra la hospitalidad del pueblo argentino.Es muy común sentarse en un parque y observar cómo grupos de personas ceban el mate, le añaden el agua caliente que llevan guardada en un termo para evitar que se enfríe y se "brindan" el "porongo" (recipiente hecho de calabaza) de unos a otros mientras comparten un momento de charla.
La leyenda del mate.
El precursor en materia de mate fue el pueblo guaraní, cuya existencia se remonta a unos 4.000 años antes de Cristo.Cuentan las leyendas de este pueblo milenario que "Yasí" (la luna) y "Araí" (la nube) estaban en el bosque cuando fueron atacadas por un jaguar (tigre), pero en el preciso instante en que iban a ser devoradas apareció un cazador en su auxilio y ellas en premio le dieron la yerba mate, planta "benéfica y protectora".
Fuente: EFE
viernes, 6 de julio de 2007
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