jueves, 24 de mayo de 2007

La ignorancia disfrazada de snobismo intelectual

Corría la década del 70, una antropóloga norteamericana había decidido llegar a la Argentina para hacer un estudio de nuestra sociedad, en una típica actitud de intelectual snob primer mundista, a la que le causa excitación estudiar comunidades subdesarrolladas creyendo que allí se va a encontrar con seres primitivos que todavía cazan con arco y flecha.
Pero, para no descargar nuestra ira con los antropólogos y no salirnos de la historia, decíamos que se trataba de un estudio sobre nuestra sociedad, para el cual dicha “especialista” se tomó un tren para recorrer nuestra Argentina.
Luego de esta peripecia, se dedicó a redactar su informe y allí, uno de los párrafos destacados decía que lo que más le había asombrado era que, desde la ventanilla del tren, veía como las mujeres argentinas por la mañana temprano se paraban al borde de la vía y fumaban pipa.
Su risa, estimado lector, retumbaría tan fuerte que sería capaz de penetrar el monitor si le cuento que en realidad no se trataba de una pipa sino de un mate que, al ser injerido en invierno, largaba el humo tan característico en los días con sensaciones bajo cero.
Pero claro, era más fácil mirar desde la ventanilla y sentenciar que nuestras mujeres fuman pipa a las 7 de la mañana (con lo cual le atribuyen un vicio que no tienen) que bajarse del tren y comprobar que lo que tomaban era mate.
Esta larga introducción nos permite tener dimensión acerca de la ignorancia que existe en el extranjero sobre uno de nuestros sellos distintivos. Ellos podrán recorrer nuestro país en estas épocas de dólar barato e intentar impregnarse de nuestra cultura, pero no lo logran, porque nadie que haya tomado un mate alguna vez en la vida puede confundirlo con una pipa.
Esto que el resto del mundo ignora es para nosotros un rasgo diferenciador, casi un gesto de complicidad, algo cuyos códigos sólo conocemos entre nosotros. Y si ese tipo de códigos hablamos, los entrerrianos lo tenemos más que nadie.
A esta antropóloga le tendrían que haber aclarado que la identidad de un pueblo se compone de sobreentendidos, de aquello que no es necesario decir. Para nosotros, el mate no necesita demasiada explicación, no es necesario pedirlo ni invitar a ser tomado; no habrá reunión, mesa de estudio, noche solitaria o tarde en el parque donde falte un mate. Y nadie se va a preguntar si es preciso llevarlo o si hay que prepararlo, porque poner el agua ya es un gesto instintivo y el mate, una parte de nuestra anatomía.

jueves, 17 de mayo de 2007

¿Me pelará?

El diccionario de la Real República de Entre Ríos no deja de sorprendernos con sus vocablos, populares unos y no tanto otros, pero bien entrerrianos, se asoman a la ventana del nuevo siglo y nos invitan a hacernos eco. A algunos de ellos ya los hemos comentado, como por ejemplo, la churrasquera, entrerrianías y tantos otros quedan para evocar que se amontonan en la lengua de este servidor, así nos encontramos con que muchos argentinos se sorprenden cuando hablamos de ensillar el mate, de la caldera, de los espores, de la solapa, y como no del famoso “pelar”.

Usos: “Si mi jefe me pela, me tomo el día” o “Le pedí que me lo alcance, pero no se si me va a pelar” y también aquel otro uso de “No pela nada ese auto”.

En su primera acepción “pelar” viene a ser sinónimo de “dar bola”, de “permitir”, de “aceptar la proposición enunciada”, así tendríamos “Si mi jefe acepta mi proposición, me tomo el día” o “Le pedí que me lo alcance, pero no se si aceptará mi proposición (que me lo alcance)”.
En su segunda acepción, “pelar” es una palabra que infunde la idea de un adjetivo superlativo. En este caso, “No pela nada ese auto”, significa que el auto no levanta grandes velocidades, aunque también podemos decir “Cuidado con el mate que está que pela”, refiriéndonos a que la temperatura del agua del mate es elevada.

Espero haya iluminado el camino y esclarecido algunas dudas.
Atte.

miércoles, 9 de mayo de 2007

La República de Entre Ríos

La historia me la contó un santafesino que transitaba Capital Federal y no hizo más que despertar el súbito interés por escribir este post.

Resulta que esta persona transitaba las vertiginosas calles de la Capital Federal (Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según para los snob seguidores de Telerman y su actitud+BA) y, en la maraña humana de la jungla de cemento, decidió tomar un taxi.

Apenas arriba del vehículo, el tachero dio algunos indicios de su procedencia: trato amable, equipo de mate al lado de la palanca de cambio, tono de voz pausado y erres bastante pronunciadas. Apenas bajó la bandera, preguntó al pasajero su procedencia y al escuchar “Santa Fe” como respuesta, inmediatamente retrucó con orgullo “yo vengo de la única provincia que es una República”.

Y sí, es así nomás, Entre Ríos fue, es y será una República. Y para los escépticos, repasemos un poco el origen de esta realidad.

Corría el año 1820, el 29 de septiembre más precisamente, cuando el gran Pancho Ramírez (abanderado de la causa Federal) declaró la República de Entre Ríos, que comprendía nuestra provincia, Corriente y parte de Misiones.

Algunos historiadores, tomando la historia como una serie de fechas y hechos que nada tienen que ver con las motivaciones y voluntades humanas, hablan de que esa incipiente República sólo duró hasta 1821, año de la muerte de Ramírez.

Pero, para no desempolvar debates históricos, solamente nos limitamos a mostrar que se habla de Entre Ríos como una República desde aquellos años y forjó una tradición que, tiempo después, le permitió a la provincia jugar un papel central en la constitución del moderno Estado nacional. Pero eso, coterráneos y amigos, lo vamos a hablar en otro post.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Estadísticas de Entre Ríos

* En Entre Ríos, 1 de cada 4 entrerrianos posee un mate tipo porongo en su casa.
* Es la provincia que cuenta con la mayor cantidad de lomadas en todo el país, incluidos los lomos de burro.
* Entre Ríos cuenta con cuatro grandes próceres dentro de su historia y casualmente los cuatro relatan haber avistado OVNIS luego de acampar en zona de Victoria.
* Entre Ríos es la primera provincia en el país en exportación de casitas para caracol, huevos de doble yema, trigo de Entre Ríos y cascabeles para gatos, de allí la famosa frase “¿Quién le pondrá el cascabel al gato?”
* El primer gobernador manco del país fue entrerriano y muy amigo del famosísimo General Paz, quien también era manco
* La primera operación de apendicitis sin anestesia del país fue practicada en la ciudad de Rosario del Tala, en la provincia de Entre Ríos, en el año 1845. El paciente falleció dos semanas después, atropellado por un carruaje fúnebre.
* Entre Ríos es una de las pocas regiones en el mundo en que las reinas de las distintas festividades se coronan de espalda, en homenaje a La Delfina, mujer y coronel de El Supremo, Pancho Ramírez.
* Entre Ríos es poseedora del quinto delta más grande del mundo y el único que desagua en agua dulce.
* Las termas de Entre Ríos no son otra cosa que una adaptación que hemos hecho los entrerrianos de las napas subterráneas para tomar mate en caso de falta de energía en todo el territorio.