En 1904 aproximadamente se fue para el sur a la zona de Puerto Deseado y la historia lo recordará por los lamentables hechos de Diciembre del ´20.
Lo conocí por "La patagonia rebelde" de Osvaldo Bayer, que me regaló una amiga y no pude evitar la imponente atracción que genera este gaucho habilidoso y honrado.

Horas antes de su muerte le tendió la mano, al cobarde comandante del Ejercito Argentino Héctor Benigno Varela, quien no solo no respondió a este simple gesto de hombría sino que solo indicó a sus soldaduchos que desarmen al hombre y lo pongan aparte.
Minutos mas tarde el gauchazo Facón, invitaba a Varela y a su séquito a pelear a cuchillo limpio, uno a uno para ver cuan valientes eran, a estos maricotas que lo matarían sin escrúpulos atado a un brete y con la bombacha casi por el piso. Días después se podría ver su cadaver con un tarro de pickles en una de las manos como burla de sus asesinos y la otra cortada a la altura de la muñeca, seguramente para conservarla en formol.
Facón, intimaba a los caballos a partirse al medio antes de bajarlo en plena doma.
Generoso hasta con quienes lo entregaron. Bajito. Apenas si sabía leer y escribir pero con la mano abierta siempre para quienes recurrían a él.
Este gaucho famoso en el sur, resume en algunas pocas palabras la idiosincracia del entrerriano, generalmente vinculado al campo, de corazón grande, de generosidad hasta la inocencia.
Homenajeamos aquí a este grande de la historia.
(En la foto, Facón Grande interpretado por Federico Luppi en "La Patagonia rebelde" de 1974)