viernes, 17 de agosto de 2007

Mandarinas en Entre Ríos

Comer mandarinas a la siesta es propiedad exclusiva de los entrerrianos. En las escalinatas del edificio nuevo en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL vine a darme cuenta de esta verdad incuestionable. Un flaco de Basavilbaso, una gurisa de Villa Elisa y una negra brillosa de Paraná certificaron finalmente mi palabra farandulera. Comer mandarinas a la siesta es propiedad exclusiva de los entrerrianos. Pero la siesta no debe ser cualquier siesta y en Entre Ríos ninguna siesta es cualquier siesta. El clima templado de nuestra provincia, los causes naturales de los vientos en las cuchillas montielinas, la verde frescura de nuestros mediodía invaden la calma de los ríos y desbordan tranquilidad entrerriana a las costas foráneas y el olor a mandarina invade las narices de los gurises entrerrianos.

La imagen es la siguiente: un gurí al lado de su vieja, mi vieja y el gurí soy yo, sentados en el pasto, en el patio de la casa, de mi casa de guri, olor a plantas y pasto, a hojitas de burro, sol en la cara y los ojos bien chiquitos, mi vieja se levanta y busca de la cocina que siempre fue chiquita y con olor a mi casa y a palabras de madre, cuatro mandarinas de cascara gruesa.
Yo la espero como quien no espera a nadie y mientras lo pienso siento la saliba en mi boca por las mandarinas de mi vieja y se me revuelven los riñones de pensar que ricas eran las mandarinas a la siesta en la casa de mi vieja, que bien las servía, yo sentado al lado de ella, y ella con los ojos chiquitos por el sol y esas manos llenas de caricia de mi vieja, los dos apoyados al tapial, y mi vieja entre las piernas me ayudaba a pelar las mandarinas mas difíciles. Que lindas las siestas de Entre Ríos y mi vieja, que linda mi viejita mientras yo esperaba como quien no espera a nadie…

Que ricas las mandarinas en Entre Ríos…

1 comentario:

Anónimo dijo...

totalmente de acuerdo con usted SR!!!! nada mas lindo que comer mandarinas al sol!!!!
NO A LAS PAPELERAS!!!!!!!!!!!!!!!